lunes, 28 de octubre de 2013

Evolución del Proyecto - Centro de interpretación de la fauna



 El primer ejercicio propone realizar una intervención en una pequeña parcela del paraje natural L’ Albufera de Valencia. Una explanada a orillas de la laguna, en la que actualmente se encuentran un embarcadero, una torre mirador y un pequeño almacén.
El programa consiste en sustituir estos elementos por unos nuevos, con una mejor integración en su entorno, así como la adición de una tienda y una recepción al público.

Tras la visita al lugar, y su previo análisis, comenzamos a proyectar con la importancia del paisaje como elemento a destacar en la ideación. De esta forma, se obtiene el siguiente planteamiento inicial.
Teniendo claros los límites de la parcela, se sitúan dos nuevas construcciones en la misma ubicación que las existentes, puesto que su aproximación a los laterales permite obtener una visión “enmarcada” del paisaje. 


El programa, por tanto se divide en dos prismas de madera: uno para la recepción, los servicios y el embarcadero; y otro como mirador, tienda y almacén. El primero se presenta como un paralelepípedo, mientras que el segundo constituye unas escaleras cubiertas, a modo de prisma inclinado. De esta manera, se realiza una ascensión al paisaje, descubriéndolo paulatinamente hasta alcanzar su visión más completa, en la cima del mirador. 


Pero tras la primera corrección (y como suele ocurrir en las correcciones iniciales) el proyecto da un giro radical, replanteándose todo de nuevo. La idea de descubrir el paisaje progresivamente sigue presente en el proyecto, pero esta vez de forma distinta. 
Se trata de un mirador en L’ Albufera,  con un entorno característico que te envuelve. Y qué mejor forma de apreciarlo, de descubrirlo, que situándose en el mismo. Por tanto, la idea del mirador-escalera deja de cobrar sentido, y aparece un espacio construido a cota del peatón, que le permita apreciar el paisaje integrado en él. Ver el paisaje dentro del propio paisaje.
 
Otro punto que cobra importancia es el espacio exterior. Debido al emplazamiento y a sus condiciones, éste supone un proyecto de carácter paisajístico, no simplemente arquitectónico. Por ello, se centra especial atención al espacio de transición exterior-parcela-edificio, a cómo el visitante percibe la zona, cómo descubre su arquitectura, cómo se integra una construcción en dicho lugar.
Así, el programa se introduce en un alargado prisma que nace en la parcela, para integrarse en el agua y conducir al espectador al propio paisaje. Se establece la madera como material principal, y se genera un despiece constructivo, que permite la construcción sistemática del edificio.
 

Con la modulación establecida por la propia estructura se generan los diferentes espacios interiores, con los que desarrollar las actividades establecidas.
La ubicación del cuerpo retirado a un lado de la parcela permite generar una amplia plaza revestida de granito gris que culmina con tres grandes plataformas que descienden al lago, llegándose a introducirse en él. Con el mismo material, en la parte derecha del edificio se reserva otra explanada destinada al estacionamiento. Todo ello con una envolvente de vegetación propia de la zona, así como árboles de gran envergadura que delimitan la zona, además de su situación. 




El acceso al emplazamiento se realiza a través de rampas con una suave pendiente, tanto para el peatón como para el vehículo rodado. El acceso al edificio se da a través de una nueva rampa, esta vez de madera.

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