lunes, 10 de febrero de 2014

Casa Schindler - Rudolf M. Schindler



A finales de 1921, el matrimonio Rudolf y Pauline Schindler decide instalarse en Los ángeles, y empiezan a integrarse en la vida cultural de la ciudad, lo cual le permitirá realizar pequeños encargos. Reafirmará su decisión de quedarse en EEUU, cuando viaja un par de semanas al Valle Yosemite. El matrimonio acampa con una tienda viviendo de una forma primordial perdidos en la imponente naturaleza del lugar.
La experiencia de Yosemite será determinante para el planteamiento de la casa: ésta ha de funcionar como una tienda de campaña, otorgando la misma libertad que la vida en la naturaleza.
Así pues, en este año, los Schindler compran un solar en West Hollywood (Los ángeles) de 100x200 pies, junto con sus amigos los Chace, con la idea de construir dos viviendas más un apartamento de invitados.





La casa Schindler  rompe con la tradición anterior y establece unos nuevos principios. Se convirtió como prototipo de la nueva vivienda americana e influyó en el desarrollo de las Study Houses.
Schindler debía resolver el programa  con un bajo coste y un terreno de gran amplitud. Integra la casa de una sola planta completamente con el paisaje y la aísla de la calle, hay una vida privada en el espacio abierto con la intención de abrir la casa a la luz, las vistas y los jardines.
La idea de estudios separados tiene  su origen en el estudio de Taliesin de Wright (residencia, estudio y granja). La idea de Schinder, sin embargo, es menos convencional: se desprende de las habitaciones tradicionales, no hay comedor, ni salón, ni dormitorios. 

La planta se trata de un aspa compuesta por 3 L, cuyo eje central es la chimenea.
La vivienda contenía cuatro estudios, ya Schindler entendía la familia como un conjunto de individuos independientes con metas comunes. Los estudios estaban conectados por una estancia común, la cocina y lavandería, para servir a los cuatro miembros, donde encontrarse y convivir.
Las labores domésticas, como cocinar, se convierten en un acontecimiento social, una especie de reunión en torno a la hoguera, dejando de asociar a la mujer con este ámbito.
La zona de invitados dispone de su propio servicio y cocina, junto a un garaje para dos coches.
Schindler mantuvo la contabilidad de los costes a lo largo de la construcción. Hacia mayo de 1922 el presupuesto ya se había agotado (unos 12.500$), sin alcanzar la incorporación del mobiliario, el jardín, o los baskets. Sin embargo, Schindler se hallaba complacido:
“Arquitectónicamente estoy satisfecho, tampoco atraerá a la gente ni la repelerá. Mi destino está establecido de una manera u otra.”

Entre 1922-1924 supuso una época determinante en la casa. Los embarazos de ambas mujeres, originó una urgencia de amueblar la casa. Schindler y Chace trabajaron en las fontanerías e mobiliario, bajo el papel de arquitecto y constructor, respectivamente. De esta forma, la “vivienda cooperativa” marchaba sin problemas.
Se colocaron dos baskets en la cubierta como zona para dormir al aire libre, construidos con una serie de vigas apoyadas en unos postes y cubierto con una lona.

La característica más importante son las perspectivas visuales a lo largo de las estancias, en diagonal y presentes durante el recorrido por la casa. En los distintos estudios se perciben vistas directas del jardín, a través de esquinas cubiertas con paneles de vidrio que rompen la relación interior-exterior. 
Destaca la concepción de la parcela completa, dándole el mismo peso a la construcción y al jardín. Se genera un tercer plano en la composición, albergando jardines sectorizados. Schindler otorga el mismo tratamiento geométrico de la vivienda al jardín. La estética de la casa se extiende al espacio exterior, pero con una mayor libertad.
La construcción se eleva directamente sobre una losa de hormigón, que resuelve económicamente cimentación y pavimento. Los paneles prefabricados de hormigón se realizan con la técnica constructiva denominada tilt-up (premoldeado horizontal in situ que una vez endurecido se elevan, dejándolos inclinados). Se genera un ritmo vertical, con la separación entre las losas con una franja de vidrio.


La composición general se establece como una malla tridimensional, modulada en 4 pies (121cm). La estructura se plantea con dos vigas que sostienen el voladizo exterior y facilitan la eventual subdivisión. Los espacios de servicio son mas bajos y permiten crear en la cubierta los espacios para dormir.
El siguiente paso fue la construcción de una especie de jaula de madera de secuoya, combinada con vidrios o paneles Insulite. Cada estudio se cerraba al jardín con un panel cubierto con lona, corredero para permitir la completa apertura del espacio (idea de tienda de campaña).
Schindler pensaba en la vivienda como “un simple tejido de unos pocos materiales estructurales que retengan su color y textura naturales completamente”. La innovación de esta materialidad no reside en su elección, sino en la forma radical de combinarlos para crear elementos.


La originalidad del diseño y la construcción de la casa Schindler fue justamente el motivo que impidió su comprensión en la historia de la arquitectura moderna: la casa no se parecía a ninguna otra obra de la época.
La Casa Schindler fue valorada en todos sus aspectos. Esto le dio su importancia en la arquitectura moderna, con una composición que marcaba “un nuevo comienzo” en la arquitectura moderna, incluso anterior a la Villa Saboya.